El pasado fin de semana, General Pico vivió un espectáculo aéreo inolvidable en su tradicional festival, organizado por el Aeroclub local. Con la participación de destacados acróbatas y la asistencia de más de 4.500 personas, el evento superó las expectativas. Daniel Paparini, presidente de la institución, expresó su satisfacción por la impecable organización y el impacto positivo en la comunidad. “La verdad que hemos logrado una organización perfecta”, afirmó, destacando la importancia de cumplir con las estrictas medidas de seguridad operativa, reconocidas por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Un esfuerzo que valió la pena
Organizar un festival de esta magnitud no es tarea sencilla. Paparini señaló que el evento demandó una planificación meticulosa y un trabajo en equipo por parte del Aeroclub y otras instituciones involucradas. “Recibimos felicitaciones de ANAC por cómo nos comportamos en cuanto a la seguridad operacional. No queríamos que hubiera ningún inconveniente, ni una uña rota, y lo logramos”, dijo con alivio.
A pesar de algunos desafíos, como las condiciones climáticas adversas el domingo, el evento fue un éxito. “El viento el domingo estuvo agresivo, pero nos visitaron unas 4.500 personas entre entradas y invitados. Para mí fue un éxito total, estoy súper contento con la participación de todos“, comentó Paparini, destacando la presencia de visitantes de diversas localidades como Esquel, Puerto Madryn, Buenos Aires y Santa Rosa.
Grandes acróbatas y un espectáculo inolvidable
El festival contó con la presencia de reconocidos pilotos acróbatas, como Malatini y Maríñas, cuyos impresionantes vuelos captaron la atención del público. Paparini destacó la calidad del espectáculo: “Ellos son los mejores, la acrobacia que vimos fue agresiva, vistosa, y la gente quedó muy impactada”. Además de los aviones acróbatas, el evento incluyó presentaciones de paracaidistas y planeadores, y una escuadrilla de ARB, formada por miembros del Aeroclub. “Se vieron muy lindos en su pasada, creo que la gente se fue muy conforme”, añadió.
El futuro de la aviación en General Pico
Paparini también destacó que estos festivales son clave para atraer a futuros pilotos y despertar el entusiasmo por la aviación. Para aquellos interesados en aprender a volar, el Aeroclub cuenta con una escuela de pilotos. “Es muy fácil, los interesados pueden acercarse al Aeroclub o contactarnos. Solo necesitan un psicofísico y ya pueden empezar a volar”, explicó. El curso tiene una duración aproximada de cinco a seis meses, con 40 horas de vuelo, y los alumnos comienzan a volar desde el primer día. “El curso ideal dura cinco meses, lo importante es hacerlo rápido para no estirarlo demasiado y poder recibirse a tiempo”, agregó.
El presidente del Aeroclub también resaltó que convertirse en piloto puede ser tanto una carrera profesional como un hobby. “Si arranca un joven de 17 años, con autorización de sus padres, puede tener una excelente carrera. A las 200 horas ya es piloto comercial y puede volar cobrando. Es como cualquier otra carrera universitaria”, afirmó, señalando que esta formación también ofrece oportunidades para convertirse en piloto instructor o fumigador.
Una celebración de la aeronáutica
Paparini expresó su emoción personal por haber sido parte de este evento tras tantos años en el club. “Fue una gran emoción para mí ver esto. Sinceramente, fue un orgullo para todos los que formamos parte del Aeroclub”, comentó.
