Manuel Santamarina, joven deportista piquense de ultradistancia, es un apasionado del triatlón y las carreras de resistencia. Con apenas 29 años, este ingeniero que también se destaca en competiciones internacionales, viene de lograr el primer puesto en el Iron Santiago, una competencia de gran exigencia física y mental. A pesar de sus logros, Manuel mantiene una actitud humilde. Visitó los estudios de INFOPICO RADIO 99.9 y nos contó cómo llegó a este tipo de competiciones.
Una vida de superación
La carrera de Manuel hacia la ultradistancia no fue fácil. Tras una pausa deportiva en su juventud, donde llegó a pesar 90 kilos y fumaba, decidió hacer un cambio radical en su vida. “En un momento dije, tengo que volver a hacer deporte para levantar la salud”, recuerda. Así comenzó su transformación, empezando por la natación, donde perdió más de 20 kilos. Poco a poco, fue sumando kilómetros en la carrera a pie, hasta debutar en su primera carrera de resistencia en 2019, un medio maratón en Carlos Paz.
Hoy, en su mejor forma física, pesa alrededor de 72 kilos, habiendo alcanzado un nivel impresionante de entrenamiento. “Cualquier persona puede lograrlo”, afirma, destacando que incluso él odiaba correr en sus años escolares. Pero con perseverancia, aprendió a disfrutar de las largas distancias y el desafío que representan.
La exigencia del Ironman
El Ironman es una de las competencias más exigentes del mundo, y Manuel lo sabe bien. La prueba que completó en Termas de Río Hondo incluyó 3,8 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y un maratón de 42 kilómetros. “Es un circuito rápido”, describe sobre la carrera, señalando que terminó en 9 horas y media, aunque reconoce la diferencia con los profesionales que logran hacerlo en menos de 8 horas. “Yo corrí la maratón a 4.42 minutos por kilómetro, y Christian Blumfeld [uno de los mejores del mundo] la corre a 3.30”, ejemplifica sobre la distancia que aún lo separa de los atletas de élite.
Sin embargo, Santamarina disfruta del esfuerzo y la competencia. Aunque admite que lo que más le cuesta es la natación, la maratón es su parte favorita: “Es la parte que más disfruto”.
El camino hacia nuevas competencias
Manuel no se detiene. A pesar de que recientemente completó un Ironman, su calendario de competencias sigue cargado. A principios de diciembre, competirá en el “Patagonman” en Puerto Aysén, Chile, una carrera extrema en aguas heladas donde los atletas se lanzan desde un ferry a las 5:30 de la mañana, con temperaturas entre 8 y 10 grados. Además, en marzo y abril de 2024, planea participar en dos competencias medio Ironman, con la ambición de clasificar al Campeonato del Mundo en Marbella, España.
Para Manuel, estas carreras son algo más que pruebas físicas, son aventuras. “A mí me gustan mucho las carreras de aventura, las extremas”, confiesa. Su interés por las carreras de trail running lo llevará también al “Cruce”, una competencia de 100 kilómetros en el Parque Nacional Lanín, donde los atletas pasan dos noches acampando.
El apoyo familiar y profesional
Uno de los pilares en la carrera de Manuel es el apoyo incondicional de su familia. “Son los que más me apoyan”, comenta. Su familia no solo lo acompaña en cada carrera, sino que también lo asisten en el transcurso de las competencias. En cuanto a su preparación, cuenta con un equipo de profesionales que lo ayudan a mantenerse en forma, desde entrenadores hasta fisioterapeutas y nutricionistas.
Aunque la disciplina del triatlón es cara, entre inscripciones y viajes, Manuel ha logrado mantenerse gracias a su trabajo como ingeniero. Sin embargo, reconoce que si quiere seguir dedicándole tantas horas al entrenamiento, deberá encontrar patrocinadores: “Llegué a un momento en que, si quiero seguir haciéndolo, tengo que trabajar menos, y si trabajo menos, no tengo los fondos”.
Mirando al futuro
Con el objetivo de clasificar al mundial en Marbella, Manuel mantiene un enfoque claro para 2024: mejorar sus tiempos y mantenerse en la cima de su categoría. El camino de Manuel Santamarina es un ejemplo de dedicación, esfuerzo y pasión por el deporte. Con cada competencia, continúa superando sus propios límites y aspira a representar a su país en las más exigentes pruebas de resistencia del mundo.
