La reciente decisión del Banco Nación (BNA) de cerrar nueve de sus sucursales en la provincia de La Pampa ha generado un fuerte rechazo por parte de los trabajadores y sindicatos bancarios. Este viernes se llevó a cabo una asamblea en la que se confirmó la postura de los empleados, quienes están en estado de alerta y movilización en defensa de sus puestos de trabajo y del impacto que esta medida podría generar en las economías locales.
El secretario general de La Bancaria en La Pampa, Raúl Ibáñez, informó que ya mantuvo contactos con el gobernador Sergio Ziliotto y con representantes del Poder Legislativo, tanto oficialistas como opositores, para buscar una solución que evite el cierre de estas oficinas. Ibáñez advirtió que la situación es preocupante no solo para los empleados de las sucursales afectadas, sino también para la provincia en su conjunto, ya que esta decisión del BNA podría replicarse en otras regiones del país.
Una medida con fuertes repercusiones locales
Las nueve sucursales afectadas por el cierre están ubicadas en las localidades de Bernasconi, Colonia Barón, Eduardo Castex, General Acha, Guatraché, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear, Winifreda y Victorica. La decisión también incluye el cese de la Gerencia Zonal de La Pampa, lo que ha provocado la reubicación de más de 100 trabajadores. En total, 204 empleados trabajan en las 14 sucursales de la provincia, y aunque no se prevén despidos, la reubicación ha generado incertidumbre sobre su futuro laboral y el impacto en sus familias.
El BNA fundamentó su decisión en el reciente incremento del Impuesto a los Ingresos Brutos en la provincia, que ahora grava con un 15,5% los créditos otorgados a familias y pequeñas y medianas empresas. Según un comunicado oficial, la carga tributaria local supera los costos salariales, lo que ha hecho inviable mantener abiertas las sucursales en esas localidades.
El presidente del BNA, Daniel Tillard, afirmó que el impuesto no afecta directamente a la entidad, sino que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y PyMEs, lo que finalmente impacta en la economía local. “Resolvimos no mantener nuestras sucursales en La Pampa debido a la carga impositiva”, expresó.
Apoyo social y político a los trabajadores
La movilización de los trabajadores bancarios no ha estado sola. Esta mañana, en la capital provincial, se realizó un abrazo simbólico a la sucursal del BNA en Santa Rosa, con la participación de representantes de distintos gremios, legisladores y cámaras empresariales de La Pampa. Ibáñez destacó el apoyo recibido de distintos sectores y enfatizó en la necesidad de encontrar una solución que beneficie tanto al banco como a los ciudadanos.
“El cierre de estas sucursales no solo afecta a los empleados, sino que tendrá consecuencias devastadoras en las economías locales de esas pequeñas ciudades”, afirmó Ibáñez en declaraciones a INFOPICO RADIO 99.9. Según el dirigente gremial, esta decisión podría formar parte de un plan más amplio para reducir la presencia territorial del banco y avanzar hacia su privatización, una medida que ya había sido propuesta por sectores políticos en el pasado.
Un contexto político y económico en tensión
El cierre de las sucursales del Banco Nación en La Pampa ha sido vinculado también a un conflicto más amplio entre el gobierno provincial y el Banco Nación, relacionado con el aumento de la carga tributaria. Esta disputa se ha intensificado en las últimas semanas, especialmente tras las declaraciones del ministro de Economía, quien afirmó en redes sociales que la decisión de cerrar las sucursales respondía a la duplicación de la tasa de Ingresos Brutos.
Por otro lado, algunos analistas señalan que el cierre podría estar relacionado con las discusiones políticas en torno al futuro del Banco Nación, que en su momento fue incluido en una lista de empresas a privatizar. Aunque el BNA fue finalmente excluido de esa lista, el temor de que se esté preparando el terreno para una posible privatización sigue latente.
