Las clínicas y sanatorios privados de La Pampa enfrentan una situación financiera delicada, marcada por el desfasaje entre el incremento de costos operativos y la actualización insuficiente de los pagos de PAMI y otras obras sociales. Fernando Suárez, gerente de la Clínica Argentina, expresó que la situación es crítica y las instituciones de salud están operando con márgenes muy ajustados.
“Estamos siempre muy justos de recursos”, destacó Suárez, subrayando que las clínicas del interior del país, especialmente las pampeanas, dependen en gran medida de PAMI y de la obra social provincial para sostenerse. Según explicó, alrededor del 50% al 60% de los ingresos de las clínicas provienen de PAMI, lo que las hace altamente vulnerables a cualquier retraso o falta de actualización en los pagos.
“Esto no es exclusivamente un problema de este año”, resaltó Suárez, quien explicó que el aumento en los costos de medicación e insumos comenzó a finesde 2022 continuando durante este año junto con incrementos salariales y honorarios médicos. Aunque estos costos siguieron la inflación, los valores que paga PAMI no han sido actualizados al mismo ritmo. “Eso generó al día de hoy una brecha que depende de dónde la mires, ronda entre el 30% y el 40%“, añadió.
El resultado de esta situación es un endeudamiento creciente de las clínicas, que luchan por mantener su operación diaria. “Las clínicas tienen muchos costos fijos provenientes de sueldos, honorarios y todo lo que es el giro normal. Si no entra el dinero suficiente para cubrirlo, empezás a tener un desfasaje y eso se termina yendo a un endeudamiento”, explicó el gerente. A pesar de la difícil coyuntura, Suárez aseguró que, por el momento, no han habido despidos masivos en su institución, pero sí una reducción de personal a través de jubilaciones y renuncias que no han sido reemplazadas.
En cuanto a las gestiones para resolver este conflicto, Suárez indicó que, aunque ha habido diálogo con PAMI local, las decisiones sobre aranceles y pagos se manejan a nivel central. Las clínicas de la región habían mantenido conversaciones con las autoridades nacionales hasta mediados de año, pero desde julio no han recibido respuestas concretas. “Nos habían pedido esperar hasta fines de julio, que esperaban un reordenamiento presupuestario, pero no hemos tenido respuesta y los aumentos que nos han dado han sido prácticamente nada”, concluyó, refiriéndose a un aumento mensual de apenas el 2%.
La falta de actualización en los pagos y la acumulación de deudas mantienen a las clínicas en una situación crítica. La incertidumbre sobre cuándo se podrán solucionar estos problemas deja a los centros de salud privados en una posición frágil, mientras intentan mantener sus puertas abiertas y garantizar la atención médica a la población.
