La relación entre el PAMI y las clínicas de General Pico vuelve a estar en el centro del escándalo. Tras las declaraciones de la titular provincial del PAMI sobre la supuesta inexistencia de contratos vigentes con las clínicas de la ciudad, Fernando Suárez, gerente administrativo de la Clínica Argentina, habló con InfoPico Radio 99.9 para dar su versión de los hechos.
La disputa sobre el contrato
El primer punto de conflicto radica en la afirmación de que las dos clínicas de General Pico carecen de un contrato vigente con el PAMI, pero aún así siguen ofreciendo servicios. A esto, Suárez respondió tajante: “No es cierto que no tengamos un contrato vigente. El contrato que tenemos está reconducido a través de un acta acuerdo del 7 de octubre del año 2021“. Explicó que en 2021, tras un conflicto serio con el PAMI, decidieron no renovar el contrato original. Sin embargo, hubo una renovación a través de un acta acuerdo respaldada tanto por el Ministerio de Salud de La Pampa como por la Secretaría de Trabajo provincial.
El desacuerdo sobre pagos y deudas
Suárez señaló que el PAMI ha incumplido numerosos compromisos adquiridos en el acta acuerdo y que han experimentado grandes dificultades para conseguir que se cumpla con lo establecido. Mencionó que, desde febrero del año pasado, el PAMI empezó a presionar para que firmaran un convenio que consideraron “leonino“, algo a lo que se negaron. Además, denunció maniobras de retraso en los pagos y la necesidad constante de enviar documentación para recibir los montos adeudados.
Respecto a la deuda actual del PAMI con la Clínica Argentina, Suárez indicó que, hasta la fecha, tienen pendientes las prestaciones ambulatorias del mes de junio, y la semana que viene vencerán las de internación del mismo mes. Además, han tenido que rehacer facturas correspondientes a ese mes, sin tener claridad sobre cuándo se les pagará.
Prestaciones en riesgo
A pesar de las afirmaciones de la titular del PAMI de que las prestaciones están garantizadas, Suárez desmintió categóricamente esta aseveración. “Las prestaciones no están garantizadas en absoluto“, señaló. Expresó su preocupación por la continuidad de las prestaciones a los afiliados del PAMI y alertó sobre la gravedad de la situación actual.
Conclusión
El conflicto entre el PAMI y las clínicas de General Pico evidencia las tensiones y desacuerdos existentes en cuanto a contratos y pagos. Ambas partes presentan argumentos y acusaciones, dejando en medio a los afiliados, quienes podrían verse afectados si no se llega a un acuerdo pronto. La situación es crítica, y se espera una pronta resolución que beneficie a todas las partes involucradas, en especial a los pacientes.
