El kinesiólogo Macota Espada brindó su habitual columna y hoy nos dejó algunos tips para personas que sufrieron alguna inmovilización, por yeso o férula. Escuchá el podcast.
En esta época es común que la gente vaya a esquiar “y pasa muy seguido que vuelvan con alguna lesión producto de caídas que suelen producir rupturas de tejido en las muñecas, complicaciones en los tobillos y rodillas. Si el paciente está inmovilizado por tratamiento médico, como una fractura o una cirugía, queda tieso, no solo en esa zona, sino también en las articulaciones comprendidas por debajo y por encima de la lesión; y a futuro trae una rehabilitación más larga, tediosa, porque no solo pierde movilidad esa zona, sino las articulaciones porque no se mueven sobre todo por temor”.
“Hay que hacer un abordaje temprano en el paciente y una reeducación para que evite complicaciones a futuro, cuando le quiten el yeso o la férula”, remarcó Macota y agregó que “es muy habitual este tipo de lesiones en las caídas bruscas y los miembros inferiores son los que más sufren”.
Sobre el uso del yeso en la actualidad: “gracias al avance de la medicina y de mi profesión, fue poniendo en evidencia que cuanto más temprano el paciente movilice la zona, ayuda a que el hueso o el cartílago que haya sufrido la lesión, se regenere más rápido porque le llega más sangre, estímulos de tracción y de presión. Hoy en vez de enyesar a un paciente, se opta por reducirlo con una osteosíntesis y rápidamente puede volver a tener movilidad; el yeso sigue siendo una opción válida, pero no hay que caer en el prolongado uso”.
