Rodolfo “Macota” Espada en esta entrevista en InfoPico.com abordó el impacto del clima, específicamente del invierno, en nuestro cuerpo y en nuestra actividad física. Señala que los cambios en la temperatura y la presión atmosférica influyen en nuestros cuerpos, y particularmente en nuestro tejido óseo.
Es normal sentirse más sensible a los dolores articulares o esqueléticos durante los primeros fríos o en el invierno. Esto puede deberse a lesiones previas o a fracturas consolidadas que, aunque estén perfectamente sanadas, pueden causar molestias con los cambios de clima.
Además, durante el invierno nuestro organismo requiere de mayor estimulación para activarse y hacer frente a la actividad física. Es importante tener en cuenta que, al haber menos grados de temperatura externa, es necesario un calentamiento adecuado para prevenir lesiones. El frío puede causar que los músculos se contraigan y tensen para conservar el calor corporal.
Por otro lado, Espada también mencionó que la actividad física puede variar entre el verano y el invierno. En el verano, es más común realizar ejercicios al aire libre, mientras que en invierno se tiende a practicar deporte en gimnasios. No obstante, esto depende de cada persona y de su capacidad para adaptarse a las condiciones climáticas. Los atletas, por ejemplo, corren independientemente de la estación del año, aunque necesitan equiparse y hidratarse de manera diferente dependiendo del clima.
En resumen, el invierno tiene un impacto en nuestro cuerpo, en la manera en que experimentamos el dolor y en cómo nos preparamos para la actividad física. No obstante, es posible adaptarse a estos cambios con las precauciones adecuadas.
