Pequeñas delicias de la escuela pública: En La Pampa, una familia completa logró terminar la primaria este año

Pequeñas delicias de la escuela pública: En La Pampa, una familia completa logró terminar la primaria este año
21 Diciembre, 2019 a las 11:25 hs.

Una abuela, su hija y su nieto lograron lo impensado: Todos pudieron terminar sus estudios primarios en la Escuela 97 del Barrio Los Hornos en la ciudad de Santa Rosa.

La Escuela 97 está ubicada al oeste de la ciudad capital de la provincia de La Pampa y trabaja con la población del Barrio Los Hornos. Quizás por su ubicación, o su población, es un área que todos los gobiernos municipales dejaron relegada. Las calles son de tierra, se hacen inaccesibles cuando llueve y el transporte público es muy limitado.

Con docentes que se ponen al hombro la definición de ‘escuela pública’, además de la escuela primaria para niños, el establecimiento empezó a ofrecer escuela primaria y secundaria para adultos, para toda esa población que, vulnerada en sus derechos, no había podido concluir la educación obligatoria. 

Las historias son muchas: una familia completa -abuela, mamá y nieto- que terminaron la primaria; abuelas y madres que quieren ayudar a sus nietos; madre e hija que fueron abanderadas. A todos los atraviesa lo mismo: un Estado presente que iguala oportunidades. 

Historias de un derecho garantizado

Elba Funes tiene 54 años, hacía 40 que no pisaba una escuela. “Cuando me senté y empecé a ver los libros me dio miedo. Pensé ¿qué hago acá? Me fui dando cuenta de las cosas, las maestras nos re explicaban y me empezó a trabajar la cabeza. Me puse re contenta porque no sabía si iba a seguir o no”.

La flamante egresada contó que volvió a la 97 porque tiene un nietito que está con ella de lunes a viernes, “hay cosas que quiero saber para explicarle” dijo. Toda la familia de Elba fue a la misma institución y ella confesó que cada día que pasa la quiere más.

Otra es la historia de Gladis Páez. Ella no había terminado 7º.  “Me casé y no vine más a la escuela”, sostuvo.

Cuando planteó la posibilidad en su casa de terminar, le dijeron que ya era vieja. “Lo que yo tengo es que no me olvido de las cosas”, contó orgullosa y agregó, “mi hijo siempre me decía, tenés que leer mucho para agilizar la mente’”. 

 “¿Qué es la escuela pública? todo. Este año lo aprendí mucho más, la escuela pública te abre puertas”. Esa fue la reflexión de Romina Gadea, que dejó de estudiar a los 18 y ahora tiene 33.

En un futuro quiere seguir enfermería. “Cuando salió esta oportunidad no la dudé, era un horario cómodo, yo trabajo de noche y por eso no podía asistir a las otras escuelas”, contó.

Romina dijo que terminar de estudiar era una meta que necesitaba terminar de cumplir, “para ayudar a mis hijos también. Este año en la Escuela de Los Hornos se demostró muchísimo, Eli -por la directora- hizo que nos adueñemos de la 97, que participemos más y este año fue muy emotivo. Quedamos con una compañera en la bandera y compartirla con nuestras hijas fue un orgullo, por mí y por mi hija. Este año fue muy satisfactorio”, expresó.

Paola Grillo es otra de las egresadas y destacó la incorporación de estos saberes: “Pudimos mirar en los módulos sobre el tema de los derechos de las mujeres, cómo identificar ciertas actitudes, estuvo muy bueno. Le abrió el panorama a muchas mujeres que estamos encerradas en un pensamiento, en la cultura de la que venimos. Eso sumado a que en primaria se implementó ESI, en casa costó un poco pero después fluyó”. 

Vanina es la docente del grupo que terminó y sostuvo que fue “maravilloso” participar de la propuesta y que es muy diferente a lo que ella venía haciendo en otros establecimientos educativos. Además, destacó el vínculo que lograron con las estudiantes. 

La relación entre maestra y alumnas también la valoró Elba Escudero: “Lo bueno es que la maestra que tuvimos era de charlar, nos enseñaba y como que se compenetraba con nosotras. Si teníamos un problema llorábamos todas, tomábamos mate, nos reíamos todas”, puntualizó.

Por último, la directora de la escuela, Elizabet Alba reflexionó sobre la experiencia: “La gente de Santa Rosa tiene que saber que acá existe gente de la misma condición que ellos. Desde ese lugar es como me replantee mi trabajo acá”.  

“Ni siquiera el transporte público ayuda a que la gente tenga la posibilidad de tener los mismos derechos, acá no corre el transporte como en otros lados. Los fines de semana pasa cuatro veces al día y no corre más. Acá viven personas, no todas tienen un medio de movilidad para trasladarse, entonces el día que llueve mucho y se agrieta la calle ya te avisan que no pasan”, criticó la docente.

Fuente: Radio Kermes Fotos: Mauro Monteiro

En esta nota hablamos de: