- Comienza diciembre y los piquenses ya comienzan a pensar de a poco en cómo disfrutar de la Navidad.
- El MEGA COMPRAS del centro te sorprende con una amplia variedad de productos y las mejores formas de pago: 3, 6 y 12 cuotas sin interés en tu compra.
Las familias empiezan a pensar en el menú, las comidas y sobre todo en esperar a Papá Noel, que visitará los hogares trayendo sus regalitos a los más pequeños.
Como siempre, Ales Express te ofrece la variedad más amplia de productos en la ciudad, con los mejores precios y las mejores formas de pago para que vivas las Fiestas de forma única.
En este caso, el bazar céntrico te sorprenderá con grandes precios para alegrar tus fiestas. Podrás encontrar árbolitos armados o para armar desde tan sólo $ 299 y una increíble variedad de sets de adornos que van desde los $ 20, $ 30 y $ 40 pesos.
En esta oportunidad, y como ya es habitual, habrá 3, 6 y 12 cuotas sin interés en tu compra.
Con sus horarios habituales el bazar céntrico te espera de 8:15 a 12:30 y de 16:30 a 21 horas.
Desde hoy, los vecinos podrán acercarse a comprar los regalos para esta ocasión tan especial, palpitando las fechas que se avecinan, eligiendo entre una gran variedad de productos pensados especialmente para disfrutar en familia.
La historia del “pinito” de Navidad
En diciembre, es la oportunidad ideal para conocer cómo surge esta gran historia.
El “pinito” se arma cada 8 de diciembre y se desarma el 6 de enero, en un acto que suele motivar la participación de todos los integrantes de la familia, quienes lo viven como un momento de unión. Hasta ahí van los conocimientos de la mayoría de los vecinos, que saben que “tradicionalmente” se hace así, pero no el por qué.
Hay muchas teorías del porqué del árbol navideño y la fecha elegida para su armado. Una de las más fuertes es la teoría del ‘Divino Idrasil’, que era como se llamaba en la antigüedad el árbol del que se pensaba que colgaban los planetas y también la Tierra. Sobre este espécimen, también llamado Árbol del Universo, había una copa que simbolizaba el cielo. En sus raíces, por supuesto, el infierno.
Para celebrar el solsticio de invierno, entonces, antiguamente se decoraba un árbol con antorchas de fuego y se bailaba a su alrededor. Al momento de la evangelización de estos pueblos, los conversos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo.
Se dice que en el año 740 Bonifacio –evangelizador de Alemania e Inglaterra, luego canonizado, reemplazó el roble –el árbol que se usaba en ese entonces– por el pino. Otras versiones señalan que el responsable del cambio fue en realidad Martín Lutero. Quienes optan por la primera versión aseguran que la forma de triángulo del pino alude también a la Santísima Trinidad y que el árbol era adornado con manzanas que simbolizaban la tentación cristiana, y con velas, que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina.
En cuanto a la fecha, muchas son las coincidencias. El 8 de diciembre de 1854, el papa Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción, que estipula que María, la madre de Dios, fue preservada del pecado original. Por ese motivo, la fecha se proclamó como el Día de la Inmaculada Concepción de María. El mismo día los celtas celebran el nacimiento de Frey, dios del sol y la fertilidad.
Finalmente hay que referirse al resto de los elementos decorativos de los “pinito”, como guirnaldas y esferas de colores. Se cree que esto sucedió alrededor del año 1605 en Alemania. A Inglaterra llegó en el año 1829, mientras que 1870 fue el año en el que llegó a España, desde donde se extendió a Sudamérica.
Sin embargo, otros registros aseguran que ya desde 1807 hay árboles de Navidad en Argentina, por iniciativa de un ciudadano inglés en el territorio.
