La contadora fue una de los dos delegados que se abstuvieron de votar la renovación de autoridades de CORPICO.
En la Asamblea General Ordinaria de CORPICO, realizada ayer en el SUM de la Escuela Nº 111, uno de los momentos que mayor interés suscitó fue cuando se trató el tema de la renovación de consejeros titulares, donde Marcelo Padrones y Marina Vanini mantuvieron sus cargos por tres periodos más. El otro consejero titular, los suplentes y síndicos si fueron cambiados.
La aprobación de los nombres propuestos se dio por mayoría, ya que hubo dos abstenciones, las de los delegados Ana Galan y Daniel Moreno.
A la hora de argumentar su postura, la contadora aclaró que en realidad su disconformidad no era “por la calidad de la gente que ha sido designada, no tengo ningún inconveniente con ellos, sino que, como he manifestado en la reunión de delegados en las que he participado, no considero apropiado en un ejercicio democrático de una cooperativa la reelección indefinida de los candidatos a consejeros, no por la calidad de la persona, porque pueden ser buenos o malos, pero ya sabemos que la reelección de las personas no es buena para ninguna institución”.
“Me parece que debemos empezar a practicar esto de formar nuevos dirigentes cooperativos, que vayan participando y de esta manera nadie se transforma en imprescindible, sino pareciera que no pueden existir otras personas –afirmó-. Creo que dentro de todo nosotros –los delegados- hay mucha gente que puede participar, y sino también hay que invitarla a participar y ocupar ese lugar”.
Llamativamente el mismo cuerpo de delegados que anteriormente había levantado la mano para aprobar la designación de las nuevas autoridades respondió a la postura contraria de la vecina con un cerrado aplauso, cual si compartieran sus conceptos.